15 julio 2008

A Sastre le salen las cuentas


Parece brujo. Carlos Sastre había soñado un Tour de Francia calcado a éste. Sabía que, más que nunca, la carrera se iba a decidir en la montaña y su preparación, desde que empezó a competir en marzo, ha ido enfocada al mes de julio. Pero no para el inicio del Tour de Francia, sino para las fechas de los Pirineos y los Alpes. "Es la oportunidad de mi vida", pensaba, y así lo dijo en las páginas de MARCA, unos días antes de que la ronda gala echara a andar por la Bretaña francesa.

Desde entonces, tanto él como su equipo, el CSC-Saxo, han ido en carrera sin gastar un gramo de fuerza. Y mientras Alejandro Valverde y el Caisse d’Epargne disfrutaban de una primera semana de lujo, él -ellos- aguardaba con paciencia la llegada de la montaña.

El domingo, sin embargo, también estuvieron escondidos en la primera etapa pirenáica, en la que pasaron desapercibidos, pero el lunes salieron en tromba y destrozaron la carrera como, cuando y donde quisieron. "El trabajo del equipo ha sido impresionante y sensacional", decía Carlos Sastre con orgullo. "Creo que la táctica ha sido muy buena. Hemos tratado de hacer presión en el Tourmalet", donde eliminaron a Valverde, "para atacar con Frank Schleck en Hautacam". También tenía elogios para el resto. "Sabíamos que si Fabian Cancellara pasaba el Tourmalet", como así fue, "luego podía hacer un trabajo muy importante hasta el pie de Hautacam. Él y Jens Voigt, pero también Arvesen y Gustov, han hecho una gran labor mientras el resto han ido preocupados de que no nos faltara de nada", ni comida ni bebida, tan importante en estas jornadas de montaña donde los desfallecimientos son tan comunes.

No ganaron la etapa, como probablemente habían imaginado, porque enfrente tuvieron a un Saunier Duval inesperado; y tampoco cogieron el maillot amarillo, pero han conseguido que el luxemburgués (Frank Schleck) se meta otra vez en la pelea -es segundo de la general, a sólo un segundo del australiano Cadel Evans- mientras él ya es sexto. "Mi misión era simplemente estar pendiente de Menchov y Evans, no perder tiempo con ellos", porque muy probablemente van a ser sus rivales en la lucha por la victoria del Tour 2008, que en absoluto hay que descartar, y por el podio.

Como buen brujo, el desfallecimiento de Valverde no le cogió por sorpresa. "No le veo ganando el Tour de Francia", había pronosticado antes de que se pusiera en marcha la ronda gala. "Es un grandísimo corredor y una gran persona, pero antes que a él veo a otros que ya han hecho podio en esta carrera". ¿Es o no es un poco brujo?

www.marca.com (15.07.2008)

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