19 julio 2008

El líder Cadel Evans se acostumbra a la poltrona


Creían algunos que Cadel Evans había cometido un grandísimo error al coger el amarillo en la etapa de Hautacam. Creían algunos que, teniendo en cuenta que su objetivo es ganar el Tour, llevar el amarillo tanto tiempo era contraproducente, porque encima no está respaldado por un fuerte equipo, pero a la hora de la verdad se está viendo que el australiano está salvando los días sin dar un palo al agua, porque los equipos con sprinters le están haciendo el trabajo.

Aunque sólo por un segundo ante Frank Schleck, Evans se va a presentar al pie de los Alpes, a partir del domingo, como líder del Tour. Lo va a hacer, y eso es más importante, con su equipo intacto, porque el Silence-Lotto no ha tenido en ningún momento la necesidad de desgastar a sus hombres para defender la privilegiada posición del aussie. “Una gozada, ya me hubiera gustado a mí llevar el amarillo en estas condiciones”, decía Eusebio Unzúe al término de la etapa. “Ha tenido muchos cómplices”, unos equipos con sprinters que no han dejado ninguna oportunidad por el camino.

Da la sensación de que los favoritos y sus equipos están tan concentrados en los Alpes, que estos últimos días se han desentendido de la carrera para ahorrar fuerzas sin pensar en que igual también hubiera sido conveniente desgastar al equipo del líder y de paso poner nervioso al maillot amarillo. Ahora bien, también puede ser que le ven a Evans tan solo, porque su equipo es muy débil, que han preferido fiarlo todo a los Alpes, ya que allí el Silence difícilmente va a encontrar aliados. Sólo Pereiro, hace unos días, intentó ponerle en aprietos, pero curiosamente en vez del equipo del líder fue el CSC el que controló su fuga.


Valverde y Sastre
Mientras, Alejandro Valverde va recuperando las buenas sensaciones. “Aún tiene la herida de la pierna abierta y le escuece, pero ya duerme bien y cada día se siente un poco mejor”, dice Unzúe del murciano. “Espero que pueda estar con los mejores”, añade. Quien, como en la primera semana, está totalmente desaparecido es Carlos Sastre, que guarda fuerzas como viejo zorro del Tour que es a la espera de poder dar uno de estos días el mazazo definitivo. “El calor sureño de Francia ha hecho que sea una etapa dura y de desgaste”, explicaba el abulense. “A nivel personal no he tenido ningún problema. Simplemente me he limitado a estar atento a los cortes y las caídas para no perder tiempo ni las opciones en la general”, que son máximas con su sexto puesto, a sólo 1:28 de Evans.

www.marca.com (19.07.2008)

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