20 septiembre 2008

La triple corona, a un paseo por Madrid


Alberto Contador no pudo brindar a la afición madrileña la victoria en la penúltima etapa de la Vuelta a España, la cronoescalada a Navacerrada, pero a cambio se confirmó como el ganador de la Vuelta a España, el premio gordo, a falta del trámite de la última etapa, un paseo por Madrid. El de Pinto inscribirá su nombre junto al de Gimondi, Anquetil, Merckx e Hinault. El vencedor de la crono fue Levi Leipheimer, que anduvo como un cohete pero no puso en problemas el maillot oro. Alejandro Valverde, con el mismo tiempo que Contador, fue tercero y arreabató el quinto puesto de la general a Gesink. En la lucha por el podio, Sastre fue más fuerte que Mosquera y terminará su gran año con un puesto en el podio de la Vuelta.

Contador salió a ganar la etapa, consciente de que a lo largo de los 17 kilómetros del recorrido había seguidores, paisanos y peñas animándole. Quería ganar en su casa. No le valía sólo con ganar la Vuelta, sino que su deseo era redondear la faena. Eso fue, claro, antes de encontrarse con un rival que andó como un tiro. Leipheimer, compañero de equipo y sin embargo su principal adversario, demostró en Navacerrada, como a lo largo de toda la Vuelta, que es corredorazo. Tanto, que si no existieran las bonificaciones la victoria de Contador en la ronda habría sido muy ajustada.

El segundo puesto en la etapa no resta ni un ápice de mérito a la victoria de Contador en la Vuelta. El madrileño inscribirá su nombre junto al de auténticas leyendas: Gimondi, Anquetil, Merckx e Hinault. Sólo nombrarlos asusta, pero es que el de Pinto tiene talento y años por delante para ser otro mito. En Navacerrada nunca cedió el suficiente tiempo como para pensar que el maillot oro peligraba, pero sí que fue cediendo segundos (pocos), conforme pasaban los kilómetros. La posibilidad de victoria se esfumó poco a poco, a pesar de su cadencia ligera, de bailarín.


Sensacional Valverde
En el mismo tiempo que Contador estuvo Valverde, un corredor de primerísima fila se pongan como se pongan sus detractores. Ha estado ganando desde febrero hasta septiembre y terminó la Vuelta con una contrarreloj portentosa, a 31 segundos del 'cohete' Leipheimer y a sólo centésimas del nuevo rey del ciclismo. Será quinto, pues pasó a Gesink, y aunque es verdad que se le puede reprochar el despiste que le costó sus opciones, a su temporada cabe ponerle pocos 'peros'. No es el mejor corredor de grandes vueltas del mundo, pero sí el más completo.

Quien también completó una gran contrarreloj fue Sastre, que defendió sin problemas su tercer puesto en la general. Tenía 57 segundos de ventaja sobre Mosquera y le sacó 13 más. Ganador del 'Tour' y tercero en la Vuelta a España notablemente fatigado, su actitud es de agradecer. El gallego tendrá que esperar, pero cada vez está más cerca de los puestos de podio en la Vuelta. Debe estar contento.

La vuelta pondrá punto y final con su habitual paseo por Madrid. Contador ya sabe lo que es llegar vencedor a Milán y París. Este domingo lo hará en su tierra y se confirmará como un grande sin haber cumplido los 26.

www.marca.com (20.09.2008)

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