20 septiembre 2008

David Arroyo se apunta la gloria en Segovia


David Arroyo, ciclista talaverano del Caisse d'Epargne, se adjudicó la antepenúltima etapa de esta Vuelta con final en Segovia. El español fue más listo que Kiryienka en los últimos kilómetros y se aprovechó del trabajo de su compañero de fuga para aguantar la embestida por detrás del pelotón y superarle con facilidad en recta de meta. El bielorruso fue el único que tiró del carro y Arroyo, que no concedió ni un relevo en el tramo final, se apuntó la victoria de etapa.

El talaverano hizo realidad la segunda victoria consecutiva del Caisse d'Epargne. Tras el éxito de Imanol Erviti en Las Rozas, La Vuelta dejó Madrid para protagonizar una etapa dirigida de cabo a rabo por el equipo de Eusebio Unzué. El Caisse d'Epargne cumplió todos sus objetivos. Mando en el pelotón, se dejó ver en las fugas y manejó la carrera. La picardía de David Arroyo en las calles segovianas hizo el resto.

El español rodó con cabeza, casi o más importante que las piernas. Arroyo tiró de estrategia para superar a Kiryienka, plan criticable para algunos. El ciclista del Tinkoff, inocente, se dejó el alma en los últimos kilómetros, con el pelotón pisando fuerte por atrás. Sólo él tiró de la fuga, sin ser relevado por David. Arroyo, sin miedo, aguantó, acabó desquiciando al bielorruso y le superó con suma facilidad en la recta de meta. Kiryienka, sin fuerzas, finalizó su aventura con cara de pocos amigos. El ciclismo es para listos.


Exhibición castigada
Los dos puertos de la etapa, el de Navacerrada y el de Navafría, los dos de primera categoría, otorgaron a la etapa los movimientos esperados. Una fuga numerosa, con cuatro hombres de Unzué, hizo dudar al pelotón. La presencia del 'Purito' Rodríguez en la escapada amenazaba las papeletas de podio de Sastre y Mosquera. El CSC y el Xacobeo tuvieron que ponerse las pilas.

El descenso en Navafría fue el lugar indicado para que se reabriese la carrera. Loubet, valiente y descarado, arriesgó en la bajada y finalizó el descenso con Arroyo y Kiryienka de compañeros de aventura. Los tres cimentaron una buena fuga que perdió al francés por el inicio de la exhibición del hombre del Tinkoff.

El cara entre Kiryienka y Arroyo, con el pelotón apretando los dientes pisando los talones en el circuito segoviano, se resolvió a favor del español. El bielorruso mostró todas sus cartas, el talaverano escondió las suyas y, pisoteando las de su rival, se llevó la partida en un final digno de La Vuelta. El pelotón, ahora sí, ya puede pensar en la contrarreloj de este sábado. El podio anda en juego. Esto se acaba.

www.marca.com (20.09.2008)

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