04 marzo 2007

Sólo Pozzato aparta a Flecha de la Het Volk


A tiro de piedra. Así tuvo Flecha el triunfo en la Het Volk, la primera clásica anual dedicada al pavés, a esos cantos rodados que hilan las campiñas flamencas. Piel del mejor ciclismo. El catalán fue segundo, a una pedrada del portentoso Pozzato, el joven italiano que admira a Bugno y que pedalea como él: inmóvil, profundo, certero. Flecha, que ya ha sido tercero en la París-Roubaix, segundo en la Gante-Wevelgem -la que le hurtó Mattan entre las motos- y primero en la Clásica de Zúrich, no pudo llevar a su vitrina el triunfo en la Het Volk. Allí, en su sala de trofeos, guarda una piedra: un canto del Muro de Grammont, un templo del Tour de Flandes y de la Het Volk. Se lo regaló una aficionada cuando el Ayuntamiento de esa localidad belga puso a la venta las 1.800 piezas de pavés que habían sobrado tras restaurar la calle. A 2,5 euros por ejemplar. Nada para los mitómanos. Y a eso, a nada, a un tiro de piedra, se quedó ayer Flecha de subirse al palmarés de la clásica más temprana.Tiene un consuelo. Para ganarle a Flecha hay que ser bueno. Mucho. Como Boonen e Hincapié en la París-Roubaix de 2005 o como ayer 'Pippo' Pozzato. Un italiano de 25 años tan brillante que pasó directamente de juvenil a profesional, que en 2006 elevó los brazos en la Milán-San Remo y al que llaman 'El Príncipe'. Basta mirarle. Alto, anguloso, cabello mechado e impecablemente desordenado, dueño de un Ferrari y coleccionista de bicis. Cuando debutó, un despistado director auguró sobre él: «Demasiado guapo para ser ciclista». Erró. A Pozzato, verdugo de Cunego en un campeonato juvenil, lo acogieron en el Mapei promesas, la fábrica en la que maceraron también Cancellara, Eisel, Davis y Rogers. Buen lugar, pero no el suyo: era el equipo de Musseuw, de los grandes clasicómanos. Pozzato no se sentía actor secundario. Fichó por el Fassa y allí se encontró con Petacchi. A su sombra. Volvió al Quick Step, heredero del Mapei, y se topó con Boonen. Necesitaba volar. Un reino para 'El Príncipe' que quiere ser rey. Por eso corre hoy en el Liquigas. Coincide con Di Luca, pero son maillots de tallas opuestas. Cada uno tiene su calendario. «No hay nada como los tres segundos posteriores a una gran victoria», dijo tras ganar la Milán-San Remo'06. Toda una vida dedicada a ese suspiro.


Ayer lo disfrutó de nuevo.Aunque no lo supo hasta el final. Desde la salida, junto a la abadía de Saint Pierre, en Gante, la Het Volk fue una clásida en su sentido más fiel. Agua, frío, barro, pavés, caídas y devoción popular. Los belgas esperaban a Boonen, a Nuyens, a Gilbert, el último ganador lastrado ahora por la extirpación reciente de un melanoma. Aun así, Gilbert dinamitó el tramo final. Por el pavés en un país lleno de kilómetros de carri-bici. Entre granjas. Gilbert arremetió contra el control del Quick Step y el Predictor, los equipos de casa. El 'Sevilla-Betis' flamenco. Boonen, líder del Quick, respondió en primera persona. A su manera: aplastando los cantos rodados. Se va con O'GradyFue entonces, a sólo 13 kilómetros, cuando un australiano reclamó la clásica más belga: O'Grady. Con su rostro carcerlario y vestido del CSC. La suya era la pedrada definitiva. Un catalán nacido en Buenos Aires notó ese aroma de los grandes momentos. Ahora o nunca. Flecha se fue con O'Grady. Y juntos, a dúo, ingresaron en las calles de Lokeren, en el último kilómetro. Pero allí ya no había piedras. Sólo asfalto. Dudaron. A unos metros, bramaban Boonen, Nuyens, Cooke y Pozzato. Hasta que se unieron. O no. Todos se estibaron hacia la izquierda. Menos uno, 'El Príncipe' italiano. Recto. Por la derecha. Inmóvil y profundo. Como Bugno. A reinar en tierra belga. Flecha lo vio pero no lo cogió. Tuvo la Het Volk a tiro de piedra. Por un parpadeo no pudo degustar «esos tres segundos» mágicos por los que Pozzato es ciclista.


Fuente : http://www.elcorreodigital.com/ (04.03.2007)

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