16 abril 2009

El sueño amarillo de García Dapena, por los suelos


Se presentaba a priori como la etapa decisiva de este 45 Tour de Turquía y así fue. No le faltó de nada a la cuarta etapa entre Bodrum y Marmaris de 166 kilómetros: batalla por coger la fuga buena desde el inicio, un clima adverso para dar más épica al asunto, caídas que marcaron el devenir final de la carrera y un emocionante desenlace por las calles de la ciudad costera que se resolvió con la victoria de Daryl Impey (Barloworld).

Sin embargo, cuando más felices se las prometían las esperanzas españolas de ver un nuevo triunfo de David García Dapena (Xacobeo) todo se fue al traste por una inoportuna caída a cinco kilómetros de meta. Después de coronar en solitario el último repecho y de que formara dúo de escapada con Marcus Fothen (Milram) en la bajada, el gallego perdió el control de su bicicleta y se iba al suelo junto al alemán y a sus opciones de vestirse de amarillo y dejar sentenciada la carrera. Ambos reanudaban la marcha, pero ya integrados en el grupo de escapados y con magulladuras en sus cuerpos que les debilitaría para coger la rueda buena en el sprint. Una lástima, pero gajes del oficio al fin y al cabo.

El gallego entró en el grupo cabecero después de que la carrera se cortará en el descenso del segundo puerto de la jornada (2ª categoría). Con la lluvia como invitada sorpresa a la fiesta el firme, bastante defectuoso por cierto, se convirtió en una rugosa y peligrosa pista de patinaje. No fueron pocos los que probaron el asfalto turco en sus propias carnes. Los que lo salvaron, al menos hasta ese momento, formaron un grupo de escogidos que no sólo se jugarían la victoria de etapa sino también el jersey de líder, ya que entre ellos no se encontraba Mauro Finetto (Navigare), el amarillo desde la primera etapa de Estambul.

Fothen (Milram), Loosli (Lampre), Marzoli (Acqua&Sapone), Impey (Barloworld), García da Pena y Veloso (Xacobeo)... eran algunos de los elegidos para la gloria. Detrás, el líder se afanaba en ímprobos esfuerzos que se quedarían sin recompensa final. Malacarne (Quick Step) desató las hostilidades a falta de nueve kilómetros para el final y tras él, como una bala, salía García Dapena. El gallego remataba el ataque y coronaba el último repecho del día en solitario. Sin embargo, en la bajada se solapaba a su rueda el alemán del Milram, Marcus Fothen. Los dos 'cabalgaban' con paso firme hacia la meta, pero una caída daba al traste con la ventaja obtenida, apenas un puñado de segundos, pero que parecían suficientes, así como a las opciones de vestirse de amarillo y asestar un golpe definitivo -al menos el año pasado así fue- a la carrera.

Pese a la violencia del impacto, ambos reanudan rápidamente la marcha e integrados en el grupo que se jugará la victoria apuestan sus bazas. Una vez más, como ya ocurriera en la llegada a Bodrum, el circuito urbano con un firme bastante traicionero, jugó un papel decisivo. Brandt (Silence), que había conectado en la bajada se queda fuera de combate en la última curva, pero allana el camino para el sprint de Impey que bate a Malacarne y Loosli (Lampre) y se lleva la victoria de etapa. El suizo del Lampre se conformaba con una tercera plaza que le daba el amarillo. Ahora le toca defenderlo y a buen seguro que el español García Dapena no ha dicho su última palabra. Se sabe el más fuerte de la carrera y lo intentará en los cuatro días que restan.

www.marca.com (15.04.2009)

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