Alberto Contador y Christian Prudhomme, director del Tour de Francia, ofrecieron ayer sendas ruedas de prensa. Una, en Pinto; la otra, en París, pero ambas con un punto en común: los dos protagonistas tienen bien asumido que el Astaná no participará en la ronda gala.
Contador aseguró que "no esperaba que el Tour cambiara de opinión": "Sigo pensando que se trata de una decisión muy desafortunada, sin ningún fundamento y que no me gusta". Sin embargo, también reconoció que la Federación kazaja, al igual que ocurrió antes de que comenzara el Giro de Italia, "ha hecho de todo para que el equipo acudiera a la carrera". Es decir, han existido negociaciones con ASO, empresa organizadora de la Grande Boucle.
Pese a que el Tour supuso "el punto de inflexión" en su trayectoria profesional, Alberto admitió que no sabría qué hacer si les tramitaran una invitación de última hora: "Si ahora nos hubieran aceptado, quizá me habría planteado ir. La recuperación después del Giro es bastante complicada, porque apenas hay un mes entre ambas competiciones, y necesito un buen descanso". Además, subrayó cuál es su próximo gran objetivo: "Quiero ganar la Vuelta y completar la Triple Corona".
Inamovible.
Por su parte, Prudhomme recordó que la medida que adoptaron contra el Astaná es "inamovible": "Nosotros no tenemos nada contra Contador. De hecho, es una pena que no corra por tratarse del vigente campeón y por el nivel que ha mostrado en Italia, pero no vamos a cambiar de idea. Si Astaná no tiene problemas de dopaje en 2008, tomaremos una decisión diferente en 2009".
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