03 octubre 2010

Hushovd se cuela en el sueño de Freire


El noruego Thor Hushovd se proclamó campeón del mundo en la prueba en ruta disputada en Melbourne. El ciclista se impuso en un muy disputado sprint final que le sirvió para colgarse la medalla de oro por delante del danés Matti Breschel y el australiano Allan Davis, plata y bronce respectivamente. El español Freire terminó sexto y se quedó a las puertas de lograr la que hubiera sido su cuarta victoria mundialista.

No pudo ser. Óscar Freire se quedó cerca del Olimpo, a seis posiciones de lograr lo que le hubiera convertido en el único ciclista con cuatro Mundiales en su palmarés. La prueba en ruta de Melbourne tuvo de todo y nos ofreció un bonito espectáculo hasta el final, que se decidió tras un apurado sprint final.

La carrera fue una locura. Después de culminar los 75 kilómetros en línea que servían de antesala al circuito de casi 16 kilómetros, una muy tempranera escapada marcaba el ritmo de la prueba. Los protagonistas eran Tamayo (Colombia), Rodríguez (Venezuela), Brammaier (Irlanda) y Kvachuk (Ucrania), que sin embargo no entrañaban amenaza alguna para los favoritos del día.

Despiste de la representación española
Al circuito se le dieron once vueltas, pero fue a falta de cinco cuando se empezó a animar la carrera. Es ahí donde italianos y belgas rompieron el gran grupo y se produjo el despiste de los corredores españoles, que tan sólo lograban meter en el primer grupo a Plaza, Barredo y Zubeldia, aunque quedaban muchos kilómetros por delante.

En ese momento el ucraniano Kvachuk era cabeza de carrera y los dos grandes grupos estaban separados por una controlada diferencia cercana al minuto. Pero, a falta de tres vueltas y con Cavendish, entre otros, fuera de carrera, los italianos dieron otro giro de tuerca. En esta ocasión eran Nibali y Visconti los que aumentaban el ritmo para formar una cabeza de carrera compuesta también por Sorensen, Moerenhout y Serpa.

Pero todavía faltaba todo por decidir. Cuando restaban tan sólo dos vueltas para el final, hubo una gran reacción española, que logró conectar con el grupo donde marchaban 'gallos' como Gilbert, Pozzato, Evans o Hushovd, entre otros. Era entonces el turno de los belgas, que con Leukemans y Gilbert volvieron a romper la carrera y terminaron por formar una nueva cabeza de carrera junto a Pozzato, Evans, Kolobnev y Terpstra.

El ritmo y los nervios crecían por momentos y al principio de la última vuelta, el grupo volvía a rodar unido aumentando las opciones españolas. Empezaban entonces los ataques de los hombres importantes. Corredores como Evans, Kolobnev o Gilbert lo intentaban por su cuenta, pero fue éste último quien pareció dar un latigazo que se antojaba definitivo.

Gilbert, a las puertas del oro
El belga se fue en solitario y abrió un hueco que parecía insalvable para sus rivales, que sin embargo no cesaron en su empeño. Gilbert comandaba la carrera y su victoria parecía un hecho, pero entonces apareció el gran pelotón para engullirlo sin contemplaciones

Los corredores volvían a rodar unidos y todo se decidiría en un sprint que contaba con unos 800 metros finales que picaban para arriba. Freire logró subir hasta los primeros puestos, pero nada pudo hacer ante el estirón de Hushovd, que se impuso con claridad en la línea de meta seguido del danés Matti Breschel y el australiano Allan Davis.

El campeón noruego se convertía así en el nuevo campeón del mundo y lograba la victoria más importante de una carrera donde también destacan, entre otras muchas victorias, dos maillots de la regularidad en el Tour de Francia (2005 y 2009) y uno en la Vuelta a España (2006). El arcoíris ya tiene nuevo dueño, Thor Hushovd, que recoge el testigo de Cadel Evans, que no pudo ser profeta en su tierra.

www.marca.com (03.10.2010)

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