El australiano Cadel Evans logró hacerse con la victoria en la sexta etapa de la Tirreno-Adriático que transcurría entre Ussita y Macerata sobre un recorrido de 182 kilómetros. El corredor del BMC afianza su liderato e intentará defenderlo este martes con una crono que cerrará la prueba.
La de este lunes era una jornada vital para los hombres importantes de la general. Se trataba de la última prueba antes de la crono en la que poder situarse en los mejores puestos para amenazar el liderato de Evans. Sin embargo, el campeón del mundo en 2009 se mostró muy intratable y ya tiene a tiro su primera victoria en 2011.
La escapada del día tuvo como protagonistas al esloveno Borut Bozic (Vacansoleil) y al alemán Bert Grabsch (Columbia), que llegaron a gozar de una ventaja de más de seis minutos, pero que fueron neutralizados por el grueso cuando todavía restaban 15 kilómetros para el final de la etapa.
Era entonces el turno de los 'gallos' del pelotón, que debían realizar un circuito final al que dar cuatro vueltas y que incluía el paso por Macerata, una asecensión de unos kilómetros con el 10 por ciento de desnivel medio y rampas de hasta el 18 por ciento. Además, los metros finales picaban para arriba y es ahí donde se decidiría el vencedor.
Como estaba previsto, los favoritos se batieron el cobre pero fue el australiano el que superó a todos, dejando atrás a corredores como Visconti, Scarponi, Nibali y Basso, que no pudieron seguir su impresionante latigazo final. Era la primera victoria de Evans este año y también la de su equipo, el BMC, que este martes puede sumar su primera victoria en la Tirreno-Adriático si su pupilo logra mantener el liderato en la crono de 9,3 kilómetros repartidos por la localidad de San Benedetto del Tronto.
www.marca.com (14.03.2011)
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