El francés Remy di Gregorio zozobró en la bicicleta sobre el piso mojado en el último kilómetro pero salvó la caída y terminó imponiéndose en la séptima etapa de la París-Niza, de 215 kilómetros entre Brignoles y Biot-Sophia Antipolis.
Di Gregorio paró el cronómetro en 5h46:23, precediendo en cuatro segundos al español Samuel Sánchez, mientras que el británico Tony Martin llegó quinto y conserva el primer puesto de la general. Antes de comenzar la etapa se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de Japón.
La jornada, con dos puertos de primera, dos de segunda y uno de tercera, desaconsejaba la aventura a los escaladores porque desde el último ascenso (alto de Gourdon, de segunda) a la meta había 64 kilómetros.
Cumplida la segunda hora de carrera, bajo la lluvia, se formó una escapada con el holandés Karsten Kroon y el francés Eric Berthou, cuya ventaja máxima alcanzó los siete minutos en el km.90 sobre un pelotón del que tiraba el equipo Garmin-Cervelo.
A 50 km. de meta el Movistar tiró en bloque para romper el grupo. Resistió el líder, Tony Martin, pero quedaron cortados, entre otros, el kazako Alexandre Vinokourov y el español Luis León Sánchez. El luxemburgués Frank Schleck se retiró poco después.
En la cima del Gourdon la ventaja de los escapados había bajado ya de los tres minutos, y en el km.180 Kroon se deshizo de su compañero de fuga para enfrentarse a una lucha en solitario por la victoria de etapa en el circuito final.
A 15 de meta la ventaja de Kroon estaba por debajo del minuto y sus opciones de victoria, con el Movistar muy organizado atrás para evitar que el tercer grupo se reintegrara, se habían esfumado.
La caza de Kroon, a 13 de la llegada, coincidió con el ataque del francés Remy Di Gregorio. El corredor del Astana, buen escalador, abrió un hueco de 18 segundos aprovechando los continuos repechos camino de la meta y supo administrarla hasta el final pese a un amago de caída en el penúltimo kilómetro.
www.marca.com (12.03.2011)
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