Emoción asegurada hasta el final. Esa es la filosofía que la organización de la Vuelta a Burgos lleva inscrita en su trigésimo aniversario. Las dificultades económicas que siempre han amenazado a la prueba se han hecho este año más patentes. Complicado ha resultado sacar adelante la vuelta, debido a la falta de aportaciones en forma de patrocinios y a la delicada salud de su director, Tito Moreno. Aún así, Burgos volverá de nuevo a ser escenario de la última prueba de cinco días antes de la Vuelta a España. El espectáculo está garantizado hasta la última etapa, que será la que encumbre al ganador en lo más alto de las Lagunas de Neila.
Será el único final en alto de una prueba que ha suprimido además la clásica contrarreloj que solía marcar las primeras diferencias en la clasificación general antes de la etapa montañosa. Para esta edición, la primera jornada, que discurrirá entre las localidades de Medina de Pomar y Villarcayo supondrá a buen seguro la eliminación de muchos corredores para pelear por el preciado jersey morado que acredita al líder de la carrera. Dos puertos de tercera categoría por los que pasarán dos veces, el Alto de Bocos y el de Cereceda, el último de ellos a menos de siete kilómetros para la meta supondrá la primera selección en un pelotón plagado de grandes nombres dispuestos a afinar su preparación para la Vuelta a España.
Las tres etapas posteriores se desvelarán al sprint. Miranda de Ebro, Burgos y Aranda de Duero serán testigos de sendas llegadas rápidas, si no se produce una larga escapada a la que el pelotón consienta llegar a meta, puesto que los últimos puertos en las tres etapas estarán situados a demasiada distancia de meta. Así, la carrera llegará el sábado a las Lagunas de Neila, la etapa reina. Tendrá 155 kilómetros y cuatro puertos previos a la última ascensión, Vilviestre, de tercera categoría, Collado, de segunda, Corral de los Perros, de primera categoría y un nuevo paso por el Collado antes de afrontar la definitiva ascensión a las Lagunas donde se dilucidará el ganador de la etapa y muy probablemente el de la general final.
Cobo y Joaquim Rodríguez
El abanico de candidatos al triunfo es muy amplio pero, sobre el papel, los dos equipos a batir serán el Caisse d' epargne y el Scott- American Beef. Los primeros llegan en estado de gracia tras su doblete en la Klasika de San Sebastián y en la Subida a Urkiola. A pesar de no contar con Alejandro Valverde, que se encuentra en Pekín para disputar las olimpiadas, los de Eusebio Unzué contarán con la presencia de David Arroyo, Dani Moreno, Joaquim Rodríguez y Pablo Lastras como cabezas de lista. Por su parte, el Scott- American Beef presenta un buen número de candidatos.Juanjo Cobo, Alberto Fernández y Joseph Jufre son, en teoría, sus hombres más fuertes, pero no habrá que descartar a José Ángel Gómez Marchante, que continúa su puesta a punto para la Vuelta a España.
En la misma situación que el madrileño acude Igor Anton, el vasco, que tampoco rindió a buen nivel en la Subida a Urkiola debe dejarse ver para confirmar su momento de forma ascendente de cara a la ronda española. Junto a él, el Euskaltel- Euskadi estarán Iñigo Landaluze, Alan Pérez y Gorka Verdugo como hombres más fuertes para la general y Koldo Fernández de Larrea, que buscará triunfos parciales en los sprints. También Toni Colom, Chechu Rubiera y Dani Navarro formarán parte del pelotón de la Vuelta a Burgos. Los tres serán los únicos españoles del conjunto Astana.
No habrá que olvidar tampoco a corredores como David Herrero, Juanma Garate, Ricardo Serrano o Stefano Garzelli para la última etapa, ni descartar sorpresas como las que pueden dar el Burgos Monumental, que correrá en casa y cuenta con Sergio Pardilla en un gran estado de forma.
www.ciclismoafondo.com (04.08.5008)
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