Aún con la conmoción en el cuerpo por la trágica muerte de Franco Ballerini, el pelotón de la Challenge echó a rodar para cubrir la primera etapa de esta edición que cubría un trazado urbano de 116 kilómetros por el paseo marítimo de Palma. La carrera cumplió el guión esperado y pronosticado desde el principio, es decir, el del sprint para acabar dando la sorpresa, osea, un triunfo de McEwen en lugar de Greipel. "No hay ningún corredor invencible", relataba el sprinter australiano en relación al corredor teutón.
Esta vez el alemán del Columbia no pudo continuar con su excelente racha de triunfos que comenzará en Australia -en tierras australianas ganó tres etapas y la general final- y se tuvo que conformar con el décimoquinto lugar después de ni siquiera entrar a disputar el sprint. Una llegada masiva que se la adjudicó el veterano velocista del Katusha Robbie McEwen, quien en línea de meta se imponía a Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel-Euskadi) y Óscar Freire (Rabobank). De esta forma, el ciclista 'aussie' se reencontraba con la victoria después de que la pasada campaña sufriera una grave lesión en su rodilla izquierda en el Tour de Bélgica.
McEwen, además, se adjudicó el estrenado premio de la combinada. Mañana, los corredores disputarán el Trofeo Cala Millor de 172,4 km. El trazado es prácticamente llano, salvo tres pequeñas cotas de cuarta categoría -la última a 20 km. de la llegada- y en la que se espera que los hombres rápidos vuelvan a dirimir una llegada masiva. Greipel espera resarcirse del fiasco en el paseo marítimo de Palma.
www.marca.com (07.02.2010)
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